En la tarde de ayer, José
Antonio Redondo comunicaba al presidente del U.P. Langreo,
Víctor Fernández-Miranda, su decisión de abandonar el cargo en
el banquillo de Ganzábal, por diferencias deportivas con un
sector de la plantilla.
Redondo llegó al Langreo
este verano, y desde entonces se cuestionó su continuidad como entrenador azulgrana
por los malos resultados de pretemporada. A pesar de
ello, el buen hacer del equipo en competición liguera acalló las
críticas, que volvieron a salir con la dinámica negativa de las
últimas jornadas, en las que el Langreo sumó un punto de los
doce últimos, con dos derrotas claves ante rivales directos como
el Zamora y Tropezón.
En la charla post-partido
del lunes surgieron los encontronazos entre un sector de la
plantilla y el cuerpo técnico, alargándose la charla durante casi dos
horas, por lo que no realizaron el entrenamiento regenerativo
que estaba previsto. Esto fue el detonante para que ayer martes
tomasen la decisión en firme de dimitir, aprovechando que el
equipo disfrutaba de su habitual jornada de descanso.
Redondo se despide del U.P.
Langreo dejando al equipo en la decimosegunda posición, con tres
puntos de ventaja sobre el puesto de promoción y cinco sobre el
descenso. Una situación que sin duda, hubieran firmado todos a
principio de temporada.
El Langreo volverá a los
entrenamientos esta tarde a las 19.15 h. en Ganzábal, y en un
principio, será dirigido por el preparador físico Álvaro
Vázquez, a la espera de que el Langreo determine quien será el
inquilino del banquillo azulgrana, que se espera conocer para antes del
domingo, momento en el que se miden a la S.D. Compostela en el
Multiusos de San Lázaro (17.00 h.).